miércoles, 10 de febrero de 2010

Pequeña Piltrafa.....s

Cuando una voz te hace prestar atención, esa voz sabe algo, cuando esa voz te hace suspirar, esa voz contiene algo, cuando esa misma voz te hace estremecer, esa voz muere de alguien, y tal vez sea porque... muere de ti!!!

Existen voces en nuestra vida que lo mejor es haberlas escuchado, hoy, expectante me doy cuenta que mis oídos sin querer (aún quiero creer esa parte) han atravesado la atmósfera donde transita efímera la onda sonora que gobierna ese sonido, esa sensación, esa... voz.

Cómo te detienes un momento en el tiempo y prestas atención a una onda que se derrama intensa y suplicante?

Cómo puedes llegar a sentir? porque a decir verdad, esa tiene que ser la sensación que mejor define la manera en que se encarnan esos sonidos desoladores sobre tu piel... ....adentro de tu piel.

Hoy me he dado cuenta que hay millones de palabras que no llenan ningún espacio y sin embargo, hay silencios que te envuelven en el más perfecto y delicioso de los estados de ánimo.
Esa... Pequeña Piltrafas, te satura de los mil sonidos del silencio, del vacío, del no amor, del dar todo por un nada, de los riesgos que tienes que atreverte a correr con tal de sentir que algo en ti aún vive, aunque a decir verdad mueras en el intento; tú sabes, sin guiones que seguir, improvisando hasta encontrar esa caracterización digna de una ovación de pie cada noche en un escenario diferente y en actos infinitos.

Por eso mismo estas no puede ser más que líneas duras que tienen que contrastar con los sonidos del amor, con el ruido de este mes, de estos, sus primeros catorce días, para después desvanecernos con aquellos que hoy no nos quieren recordar y para aquellos a los que no hay nada mejor que olvidar.

Internándote en esa atmósfera que crea sonidos que intentan borrar esa infinidad de recuerdos que se almacenan en los archivos del historial de tu memoria y poco después desfragmentarla, solo para darte cuenta que se regeneran como troyanos, tus troyanos personales, de los cuales parce ser nunca podrás vacunarte.
Sonidos independientes de sentimientos profundos, desnudos, penetrantes, agudos; hasta ahora solo seis universos contenidos en una atmósfera densamente culpable y gustosa, para quienes disfrutan de sonorizar sus desencantos amorosos, sus batallas perdidas, sus guerras futuras.

Pequeña Piltrafas; música para creer que el “nunca significa no” no siempre es del todo cierto.

Rakel: voz, guitarra, teclados, Antonelo: batería, percusión y palmadas corporales, JuanPe: al mando de los graves y Danito: guitarra sónica, megáfono de imaginarium

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