martes, 9 de noviembre de 2010

Los Reyes A Modo

He de confesarlo; sigo un tanto hipnotizado  por esos destellos que de vez en vez mi reproductor de MP4 programa bajo el mando anárquico de mi mano izquierda "la siniestra" (porque la diestra es la que ocupo para dirigir los tracklist con los que se me quitan las ganas de poner bombas en cada esquina).

Digamos que por alguna extraña razón el ánimo se me ha acomodado en lo que Aristóteles solía llamar el justo medio, ese lugar donde de alguna u otra manera tienes la suficiente claridad para poder apreciar ciertos matices que normalmente mi ceguera posmoderna y XBOXista no me permite observar, pero hoy, lo que se dice hoy, tengo en ánimo acomodado en el cuadrante de soft, algo así como a tres cuartos de mi plano descartesiano, ya sabes, esa insospechada actitud de mimetizarte al sofá que te contiene, solo para dejarte empapar por sonidos bien acogedores. Cierro los ojos y entonces es que ahí los veo, si, esos momentos que las voz de Erik Glamber y la guitarra de Enreld Oye me dejan ver, oler y hasta saborear.

Riding on this know-how. Never been here before. Peculiarly entrusted, possibly that's all. Is history recorded, does someone have a tape? Surely, I'm no pioneer, constellations stay the same.

La idea necia de recurrir al autocínema (al de Santa Mónica claro está) que proyecta para asombro de propios y extraños una especie de real life en homevideo de algo llamado "Know How" ya saben sólo lo bueno se da en casa;

Corte A:
Zuly's love caminando sobre la playa helada de Montauk claro, en el mes de febrero me permito esa imagen, no podría se en algún otro lugar o en  algún otro mes del año, y ella, siempre es ella lo han notado? vestida con ropa de Clemetine y cabellos color Ruina Azul, además de ese estilo cadencioso, you know what I mean? hipnótico, de ese que enamora con cada centímetro avanzado como un perro a mi Joel interior. Ese es el verdadero Jim Carrey que me seduce, no la mamada de The Mask o Cable Guy que solamente es un triste reflejo empañado de sus grandes años de Saturday Night Live!, en fin regresemos de nueva cuenta a:

Corte B:
Zuly's love flotando, aveces pienso que ella está diseñada para flotar, justo ahí, sobre el piso laminado de 8mm perfectamente biselado color Quebec Heigts que acabo de poner en mi habitación por la módica cantidad de doscientoscuarentapesoselmetrocuadradoyainstalado una ganga ahora que lo pienso. Y ahora estamos ahí porque la playa de Montauk, claro, solamente la del mes de febrero ha quedado al fondo, tras la ventana térmica de mi ilusión, hace más frío de lo acostumbrado. Y entonces ella me besa y ella se levanta y ella flota y se impregna la atmósfera del olor de su piel sudada que devora los restos de su perfume transpirado. Soy un maldito adicto a ese olor... lo sé. Y es solo en ese preciso instante en que me doy cuenta que seré añorado durante el resto del día. Qué cómo lo sé? son las cosas que uno sin entender o poder explicar como; simplemente lo sabe, será tal vez por la manera en que le han explotado los vasos sanguíneos sobre las mejillas, o tal vez sea por la manera en que abandona la cama afterfuck! y flota al mundo, sola pero toda llena de ti, o igual y es esa mirada tal cual lector de códigos de barras que te escanea furtivamente y encuentra, de manera arrogante, ese código de barras que me tatuó la misma mañana que amanecí por primera vez en su cama.
Mirada detenida... beep... eres mío perfecto cabroncito!!!

Just a little bit of danger, when intriguingly, our little secret, trusts that you trust me. 'Cause no one will ever know, that this was happening, so tell me why you listen, when nobody's talkin

Los 130 Gb de música en mi reproductor de MP4 portátil se han atascado en la letra "K" y ha decir verdad parece no importarme; Kings Of Covenience se reproduce con un particularidad infinita, y los he llamado la quintaescencia del rock con causa. Son ese algo que te causa preparar una buena jarra con café justo para calentar los momentos tibios de las horas marchitas con los amigos. Los mismos sonidos que de alguna manera te hacen sacar el teléfono, buscar su nombre en el directorio y oprimir send para que a la mañana siguiente de igual manera, le tatúes tu código de barras personal. O igual y solo sea para dejar salir a tu Joel interno y te enredes en eso cabellos con tonos Ruina Azul de tu Clementine personal y camines playa arriba en el mes de febrero, porque solo así es que Montauk tiene sentido.


What is there to know? All this is what it is. Oh... You and me alone, sheer simplicity...

martes, 26 de octubre de 2010

El Espacio Representado

Ayer buscando entre los megas más extraños que pueda contener el disco duro de mi flamante elefante blanco encontré unas joyitas que a decir verdad nunca se han cansado de ser la parte brillante, fulgurante de mi reproductor de MP4, ya saben, esas melodías que cuando surgen todo se vuelve más soft, más dulce, very gloomy, música hecha para los sueños que parecen inalcanzables de, esas cosas que cuando te suceden quisieras tener a ese alguien como pegadito con su tibio pecho abrazando tu fría espalda (ofrezco mi reino para que cuando tu leas esto estés exactamente como he citado, osea con esa gente tuya de ti bien pegadita a tu espalda).


Ha decir verdad, y aunque no lo parezca, en todo este lapso de tiempo que me he vuelto como medio ausente, algo así como difuso, aunque no del todo, he tenido muchas cosas que decir, ustedes saben, siempre se tienen cosas que contar, el asunto es que en la mayoría de las veces he encontrado otros canales para hacerlo, canales digamos más inmediatos pero impersonales para tales fines; de hecho a veces creo que el maese Chock comenzará a cobrarme sesiones de psicoanálisis, las buenas intenciones de proporcionarle comida de ultra reconocida nutrición no creo que cumplan sus expectativas de pago, y la neta el Twitter por mucho que se utilice no crea ese vínculo que logra una charla de más de #cientocuarentacaracteres, porque a final de cuentas así es como aquí nos comunicamos mejor.


Hoy para estas letras suena de fondo fina, como inmaculada; "Know How" una rareza que de vez en vez el enigmático MP4 portátil que se ha cimentado en mi forma de vida, arroja como balde de agua tibia, ya sabes; la misma sensación que te hace permanecer un instante más dentro del cuerpo de tu bien amada, como esa última bocanada de dulce y placentero tabaco, o el trago que das a tu bebida justo antes de levantarte y salir con buena cara a un rumbo no establecido.


Con qué palabra o gesto puedes plasmar que todo está como lo imaginaste?, con qué sonido puedes hacer saber que no hay pedo que la barca, tu barca, no flota, sino navega hacia el puerto que tu elegiste? con qué forma abstracta u objetiva expresas que necesitas ayuda porque no encuentras lo que la vida te tiene reservado?



Si yo fuera Erlend Øye podría decir que estoy a un sonido de poder morir en paz, o tal vez si viviera en el cuerpo de Mex Wertheimer entonces estaría a una capa del fondo que me diera la figura perfecta; pero como no estoy ni así de cerca de comenzar lo que cierto día soñé, entonces mi búsqueda imposible de las mil mejores sensaciones musicales que he de llevarme a la siempre anhelada lejana tierra mía tendrá que continuar un buen rato y si ustedes así lo deciden caminarán sobre esos caminos de incrédula fascinación.


Y por aquello de que día a día aprendes cosas nuevas, y en agradecimiento a esa extraña lógica de mi reproductor de MP4 que de vez en vez me arroja sobre caminos sonoros espeluznantes, irrisorios, deliciosos, a veces con infinita güeva, otras magistrales; los convoco a la tarea de ponerle play al reproductor de su vida y dejar que el orden aleatorio de los sonidos sea tan vasto que nunca termine de sonar.


Bienaventurados los que creen en la música como forma de vida, que de ellos serán los mejores recintos para hacer conciertos memorables!!!

miércoles, 11 de agosto de 2010

Suena en los Estereos...?

Tras el decreto de extinción de "La Mosca en la Pared"; publicación dedicada al rock, Jazz, Blues, Literatura, ondas medias Gore y sobre todo Buen Gusto, nos hemos encontrado con pocas propuestas literarias, y en ese sentido de concepto, hemos encontrado algo muy particular, que según yo (corrijanme si me equivoco?) es una especíe de boom autojustificante de parte de los editores de dichas revistas ante las más visibles carencias de la mayoría de sus colaboradores en matería de apreciación musical, los cuales, han optado por introducir una especie de complemento editorial a fin de que tu como consumidor lo leas y te imagines a un cierto número de tipines en el justo momento de creación literaria? con un especie de tracklist  de fondo que en la moyoría de los casos no tiene nada que ver con el contenido o mejor dicho con la línea editorial que se ha trazado la revista.


Nosotros no podemos, no debemos quedarnos atrás, pero si cre que debemos dar un saltito hacia  adelante, esto no es aún una revista, pero como se leé entonces lo es poquito, por eso mismísimo desde este momento en algún lado de este pequeño gran sueño llamado Huele Rico, mostraremos esa parte que nos sirve de fondo para imaginar, sentir y después tratar de plasmar de alguna manera todos esos sentimientos encontrados que la música, las viejas y el alcohol nos hacen padecer (claro, y todo lo demás también).


Bajo la religiosa idea de que si suena rico inoxerablemente olerá igual, damos la bienvenida a la banda sonora que su servidor traza justo cuando sueña letras, respira música y transpira a todos los demás, esa especie de ablandador de carnes sonoras, aves vivenciales, pescados pasionales que habrá ahora si, de plasmar religiosamente cada semana... y lo firmo ante notario.

viernes, 4 de junio de 2010

Crujidos (..................................................Gracias Nacho...................)

Cómo suenas por dentro cuando su ausencia te devasta hasta los huesos y ni siquiera el Alprazolam prescrito te ayuda a… solo no pensar?

Cómo no te puedes dar cuenta de su partida sino hasta el momento en que volteas la mirada para reconfortarte en su cálida sonrisa y sólo te pierdes en el horizonte desértico del recuerdo de su voz repitiendo en una especie de eco fantasmal… ”Seguiré sin ti”.

Cómo huele el campo que te dispones a atravesar cuando comprendes que ha llovido sobre él lo que seguramente son gotas de olvido y el lodo que se forma no es más que la suciedad que has arrastrado hasta ahí.

Que tan efímeramente libre puedes ser si noche tras noche libras ensangrentadas batallas por quitarte el yugo del recuerdo de su piel raspándote las ansias, sudando lo caliente de tus deseos, acariciando la nostalgia de tus sueños?

Qué pasa si muy en el interior sabes que nunca volverás a ser feliz?

Qué tu otoño personal solo es el preámbulo de un largo, muy largo invierno.

Qué ahora en cada uno de tus gritos ya ni siquiera logras escucharte ni como el más leve de los susurros.

Que tus sueños son plásticos y tu realidad etérea.

Que el calendario hacia el “ya no me dueles, si te vi ni me acuerdo” no avanza de ese particular miércoles que marcaste con la esperanza puesta en un mejor futuro.

Por cierto, ya comenté que creo que el Alprazolam ya no está funcionando como debería.

Que se ha escuchado un crujido, he despertado herido y grito en soledad, que jodido… lo sé.

“…Pero no es dramático, esto no es tan trágico, esto no es un drama no, te diré mil cosas por las que llorar”

martes, 18 de mayo de 2010

Yo quiero ser el hombre invisible!!!!!

Todo trabajo de un buen músico debe de iniciar con un track que te haga una especie de concentrado emocional en esa, la primer melodía del justo momento de su vida, los fracasos que ha sufrido desde su último material hasta las metas conseguidas y los sueños puestos en un futuro que augura promisorio.

Si tu(s) músico(s) logra(n) hacerlo desde ese primer track, entonces ese trabajo vale la pena, ese músico vale la pena, por qué? por el simple hecho de que comienzas a escuchar un trabajo honesto, y de eso querido blogamigo no hay mucho en estos días.

Yo creo que todos deberíamos volvernos fan de quien pueda brindarte esa sensibilidad musical, de quien se planta ante un micrófono y tiene una idea muy clara de cómo expresar lo que siente, y mejor aún, de cómo transmitir cada una de esas sensaciones sin ningún filtro, para que tu, desde cualquier parte del mundo puedas conectarte a través de esos sonidos.

Qué tan etereo puedes ser cuando eres respirado por la piel que duerme a tu lado? 
Ely lo experimenta noche tras noche.

Cómo te desdoblas hacia la eternidad cuando rosas esa piel de canela y menta?
Ely lo vive.

Qué tanto percibes que llega a cambair su respiración cuando dormida escucha el susurro de tu voz?
Ely lo muestra.

Cómo sonorisas su respiración entrecortada justo en el momento en que sus alientos se mezclan como preambulo a ese choque inevitable de pasión?
Ely Guerra es la reina y esas sonoridades son su reino.

Once joyas que nacen desde lo más profundo de la sensibilidad que Ely Guerra ha sabido plasmar en este su nuevo trabajo, (no hay quinto malo) y Ely no es la excepción, no tendría porque serla, si te entregas como ella lo ha hecho a lo largo de su carrera.
Sin miedo a equivocarme percibo este como su trabajo más completo, perfectamente balanceado, perfectamente sonorizado, llevado de manera magistral a esos terrenos de la expectativa cumplida. Sean ustedes bienvenidos al mejor disco de lo que va de este ya de por si rico 2010.

Cómo le dices a tu verdadero amor sin miedo a quedarte corto que es el centro de tu universo?
Neto que Ely lo plasma una y otra vez sin pedos en esta placa.

Bien aventurados aquellos que tienen la fortuna de poder derramar sobre sus oídos este tipo de sonidos, que el reino de esta regiomontana siempre será suyo.

Mientras, yo seguiré sintiéndome como ese gigante hombre invisible perdido en el universo que eyacula vías lácteas con esa música de fondo.

lunes, 5 de abril de 2010

Trágicamente Perfecto

Yo no lo he querido de ésta manera, sin embargo, así se ha dado, éstas líneas contienen en su esencia una tonalidad gris, casi azulada; el momento, por supuesto que lo amerita, no todos los días se confabulan los elementos que conforman tu rededor para mostrarte el lado frío que tiene la vida. Hoy, tal ves estos enunciados se conjuguen en un tiempo nunca antes visto, para crear una perfecta idea que nos indique cómo fue esa mañana en la que el sol añoró nunca haber resplandecido tras haber descubierto la clase de seres a los que estaba condenado a alumbrar por la eternidad, o puede ser, incluso, como la tarde en que la lluvia saboreo por primera vez el asfalto de la ciudad y se le antojó vomitar hasta consumirse, quizá, no lo sé, será como el momento en que el niño advierte que su infancia muere al comprender que él sigue un irremediable paso hacia el mismo destino.

Te has preguntado ¿a qué huele la lluvia cuando se pierde en solitario, tras la ventana de tú apartamento si tu no estás?, ¿de qué color es la oscuridad cuando es violada por un relámpago que desgarra sus ropas, tus visiones y tus pensamientos?, o mejor aún, ¿a qué te sabe la nostalgia cuando la bebes del reflejo de la copa de una tormenta casi tan perfecta que te baña los deseos de permanecer ahí, sentado bajo ella y sus innumerables recuerdos?

Creo que yo sé a que sabe todo eso, en éstas últimas tardes lo he sabido, y no lo había creído, y lo que es peor; ésta tarde sigo sin creer lo que he presenciado, pero así es; sabe a carmesí, a soberano carmesí, tal y cómo lo imaginó de manera violenta y lo ejecutó de magistral y sutil forma el maestro Robert Fripp, en un atardecer tan igual a estos últimos, que han sido la repetición perfecta de aquella, perdida en el incansable tiempo, cuando el Rey Carmesí, dictó los idilios de su desesperación, todo por reinar en un mundo que no le merecía.

La analogía es increíblemente loca, la historia sale de mi mente, se dispara en todas direcciones; no es más Pink Floyd en ésta ocasión, o Dover, o Human Drama, o Joy Divison, no es The Wall, no es Deep Purple que escupe los instintos asesinos de Jimena, no es la obra maestra Everloving de Moby que me abofetea el rostro exigiéndome su propia historia; no es nada de eso, no lo es. Solo es la pequeña historia de esa tarde cuando llovió como nunca en la nostalgia de siempre de ésta ciudad.

El Rey Carmesí suena en la atmósfera de veinte millones de habitantes, nadie lo sabe, nadie lo comprende, en una tarde donde el sol de julio se encierra tras la lluvia que se precipita de forma brutal y cegadora mientras 21st century schizoid man se desploma con la fuerza de un diluvio en las calles de ésta ciudad; la visión es casi nula, se pierde tras la última línea que traza tú efímero aliento a medio metro de distancia, el cielo se cae, golpea y lastima la efímera silueta del esquizofrénico hombre del siglo veintiuno que se desploma en si mismo, como la caricatura de fragilidad y dependencia que es.

Su último aliento, exhala, casi lastimero cuando Epitah se derrama y se dispersa en el aire como una bruma asfixiante, ya no hay nada más, comprende su irreversible paso hacia su destino, imagina que grita y en silencio se cuartea, pero no lo suficiente, la confusión será su epitafio y tal vez se será un crepúsculo que el siempre llorará; la tarde lentamente se descuelga del firmamento, la oscuridad que poco a poco lo envuelve, le humedece y congela aún más las lagrimas, teme no poder desprenderse, volar con su aliento y terminar arrastrándose por una vereda rota y torcida.

El eje central ha quedado empapado, y aún así, los excesos de la tempestad se escapan atormentados y se filtran a ese submundo que habita bajo la ciudad, las coladeras, ahora se alimentan de la ira de un cielo que aún no ha logrado perdonarnos, comprendo mirando al horizonte que alguien se ha quedado sin hogar ésta noche, las luces del crepúsculo iluminan y acusan la huída del atardecer, mientras, las primeras pisadas empiezan a reflejar el paso de los hombres, distantes y seguros, efímeros y omnipresentes, dirección, hacia cualquier parte, eso ya no importa, nunca ha importado. Poco a poco la frágil vida toma fuerza para continuar. De un viejo gramófono que yace en el centro de la gran plancha del centro histórico, sale casi espectral Starless, tan fría y melancólica como el aire que esa noche huele y se enferma del perfume de cansancio que se ha puesto la ciudad, a piel mojada, sueños empapados, risas ahogadas y esperanzas inundadas.

Aquí no hablamos de ninguna mente retorcida, hablamos de una idea llevada hasta sus últimas consecuencias, y que ha decir verdad Robert Fripp ha encausado de manera magistral, King Crimson se desenvuelve mejor de la casi esquizofrenia hasta la mieles de unos sonidos tan jazzescos que invitan a nunca salir de ellos. Una idea que estableció el sonido del rock progresivo, de la década de los setentas. Soledad, amor por la soledad y fascinación por la expresión sombría, abismal, desgarradora, que parece de un momento a otro evaporarse en una flauta enigmática, púrpura y llena de luz, luz que resplandece su propia corte y que se desquebraja al no poder soportar el peso que la nostalgia en las notas llenas de silencio que no tocará más; así suena “In the Court of the Crimson King”. Experimentación, sueños y alcances, sólo hay que imaginar las mil y una etapas que existen de la esquizofrenia a lo confortable, de la imaginación a la realidad, y todo el universo que han imaginado es una realidad, que se escucha y se saborea de manera mucho mejor cuando en las afueras de tu cuerpo caen la gotas del Sleepless The Concise King Crimson y te consumen la piel.

No sé si algún día volveré a caminar bajo las mismas circunstancias sobre esas calles de la Ciudad de México; la calle de madero jamás me parecerá tan hermosa he interminable como esa noche, solitario, absorto, creo que ahora entiendo bien al buen amigo Soler, y sé que yo no puedo decir que fue la mejor entrevista de mi vida; tan sólo podría mencionar que el centro histórico nunca más me volverá a parecer el mismo, no después de haberlo compartido con el alma y líder de King Crimson, con la reencarnación de aquel legendario Rey Carmesí, con el solitario maestro Robert Fripp, que se hundía en mi cabeza, mientras mi cuerpo se derramaba esa tarde húmeda sobre el asfalto.

lunes, 1 de marzo de 2010

La estrella que volvió a la tierra

Mis queridos lectoresmusicales realmente cual afortunado se puede ser en la existencia si en un momento perdido en el inmenso tiempo, fuerzas extrañas, casi celestiales podría ahora yo decir, se confabulan para mostrarte esa parte tan significativamente hermosa que tiene la vida, y que en ocasiones, te lame la piel de una manera tan sugestiva y deliciosa, que te invita a nunca secarte la parte que te ha empapado. Tengo que confesarlo, lo he probado y gustosamente he caído en su onírica adicción.

En resumidas cuentas, bastó solamente el compartirme en un sobrenatural espacio con esa piel que raya en un color ébano light, con un impregnado y característico sabor durazno, Dios bendiga el sabor durazno; una buena botella de Achával-Ferrer Mendoza 1999; gracias Dios por habernos dado el Achával-Ferrer, y lo más rico; derramándose sobre nuestros expectantes cuerpos, un bestial ir y venir con aroma a blues, pero permítame aclarar que no cualquier interpretación de blues, no no no, sino un blues imaginado, creado e interpretado por el más sufrido de sus hijos, un blues manufacturado por la única persona que ha tenido el privilegio y satisfacción de poder contarle a sus nietos, que en algún momento de su vida artística, vendió más discos que los Rolling y los Beatles juntos. Nada más, ni nada menos queridos lectoresmusicales; que lo que nos evaporaba el sudor esa noche perdida en la oscuridad, era un blues del omnipresente señor Peter Green.


Dios creó al hombre a semejanza suya, y entonces dijo, todos mis hijos son iguales, pero claro, unos son más iguales que otros; bien, pues dentro de esos hijos que rompen con la igualdad desigual, nace el nueve de Octubre de 1946, una leyenda taciturna, desgarradora e increíblemente genial, exportada desde el este de Londres, de la ciudad de Bethnal Green; una especie de semidiós musical, que dadas sus condiciones, se convirtió en uno de los guitarristas blancos con más talento dentro de la historia de la música, aún por arriba de su amigo y colega, el chamacón Clapton. Carlos Santana, lo veía simplemente como el más grande de todos, sus tonalidades, sencillamente fuera de orbita, llevaron a que un moustro de la talla del señor B.B. King tuviera que eructar lleno de placer “que Peter Greenbaum, mejor conocido como Peter Green, era lo único que había escuchado que le había hecho sudar”. Y es que cualquiera que lo haya escuchado, sabe de lo que estoy escribiendo, y puede explicar, cómo en algún momento de sus interpretaciones, también ha sentido la necesidad de impregnarse en otro cuerpo, para después ser evaporado en un sudor como el que sólo ese único organismo, que no es el tuyo, pero que en ese momento forma parte de ti, sabe desprender.
La vida no es justa; la vida no es fácil; la vida de este genio inglés, transcurre de la misma manera como le ocurre a todas las deidades que por algún especie de error amanecen cierta mañana en esta tierra de devastación e ignorancia. Su paso, así como su existencia ha sido tan apegada a su forma de expresión que está llena de tonalidades únicas, desgarradoras, excepcionales y desoladas, que bien podrían definir a la perfección una exquisita vida en blue, o mejor dicho en blues.

Estilo único...

Tras recorrer algunas de las bandas más experimentales en el circuito blusero de Inglaterra, Peter se integra a “The Grebbels”, la cual, lo lleva a abrir algunas presentaciones de los “Yardbirds”; meses después, Peter Green en el bajo y en la voz, junto con Roger Pearce en el piano, David Bidwell en la batería y Will Tyndal como vocalista, forman lo que sería su primer banda de Blues profesional, “The Muskrats”; sin embargo, es tiempo después, que Green dispone hacer un cover a la versión de Eric Clapton y los “Yardbirds”; “I Ain’t Got You”, y es, a partir de ese momento, que se hace cargo de la guitarra, y es queridos lectoresmusicales, en ese punto perdido en lo anales del Rock, donde empezará su fructífera y taciturna carrera acompañado de una sobrenatural manera de interpretarla.
Para 1965, John Mayall decide que es tiempo de buscar un reemplazo para Clapton, su hijo pródigo en los “Bluesbreakers”, tras la inminente salida de éste. Las audiciones dan inicio y sólo le basta escuchar los primeros acordes que Green ejecuta sobre su cara, para darse cuenta de su potencial y aceptarlo como el nuevo integrante de los “Bluesbreakers”, haciéndose cargo de la guitarra líder, pero tres días después de iniciarse oficialmente como miembro de la banda, es despedido, por el simple hecho de que a Clapton se le termina el berrinche y decide regresar al grupo. Green resuelve colaborar en algunas bandas, hasta por fin caer a “Jordell Blues”, agrupación a la que se le integran los vocalistas Rod Stewart y Beryl Marsden, de la cual, justo en el preludio de la grabación de lo que serian dos sencillos para Columbia, Peter opta por abandonar. Afortunadamente para todos nosotros, Clapton forma “Cream” y se abre de nueva cuanta una oportunidad en la agrupación liderada por John Mayall. La dualidad que ejercen resulta tan exquisita que se puede constatar de placentera manera en el álbum “A Hard Road”. Semanas después, logra que se incorpore a la agrupación el baterista al cual había conocido en la difunta agrupación “Peter B’s Looners”. Es así como aparece ese joven cadavérico en la escena profesional, ya desde ese entonces el bastante corridísimo Mick Fleetwood, en escena; quién solo se incorpora a la agrupación en el instante en que su partner de la vida John McVie se agrega a la ya de por sí larga lista de integrantes de los “Bluesbreakers”. Sin embargo, para estos dos últimos; su intensa fascinación por el alcohol y su nada funcional estrategia por combinarlo con la responsabilidad de ejecutar música con una verdadera bandota como lo han sido los “Bluesbreakers”, lleva a John Mayall a tomar la decisión de echarlos de la agrupación.
A la abrupta salida de Mick Fleetwood, John McVie y su desmesurada dualidad con el alcohol, casi inmediatamente se les une Peter; Clapton, de nueva cuenta regresa al nido...

- Maldita sea- pienso ahora, - de no haberse suscitado ese último acontecimiento, hubiésemos experimentado a unos “Bluesbreakers” evolucionados a su máxime poder.

... entonces, es ahí donde la historia de la música cambia por completo; da un salto evolutivo hacia un paradójico, exquisito e incierto futuro...

- Permítame querido lectormusical hacerle hincapié en esa última aseveración tan contundente hecha hace unos momentos y tenga por seguro que le mostraré de manera palpable que no me equivoco; más tarde, por supuesto, no lo dude, lo haré.

... los tres desempleados musicales deciden unir sus talentos y forman lo que sería hoy por hoy, una de las mejores bandas de todos los tiempos. Damas y caballeros estos tres tristes tigres ya no tragan más trigo en ese triste trigal; ahora reclutan a un tal Jeremy Spencer y aparecen en escena bajo un extraño nombre, ahora se hacen llamar:

Fleetwood Mac.

Continuará...

lunes, 15 de febrero de 2010

Por cualquier cosa II

En el diccionario usual “Larousse”, la definición de nostalgia es exquisitamente sencilla y trágica: “Nostalgia f. Pena de verse ausente de personas o cosas queridas: nostalgia de la patria.// Sentimiento de pena causado por el recuerdo de un bien perdido”.

Diáfana y objetiva, seguramente en un diccionario con mayor jerarquía encontraremos una definición aún más dominante y porque no; trágica. Sin embargo, lejos de un diccionario, cualquiera que sea la casa editora de este, la vida misma, momento a momento, suele darnos una y otra vez la misma definición de esa característica del frágil lado humano; que sin ligar a duda nos hace notablemente susceptibles a ciertos estados de ánimo.

La nostalgia pulula en el medio ambiente, nos satura la atmósfera; esto, supongo que se debe a nuestra incapacidad de deshacernos de los recuerdos (desapego) que nos amilanan las ganas de vivir una vida alegre y sin muchos problemas emocionales. Aunque creo que llamarlo incapacidad tal vez podría sonar un tanto cruel y algunos humanistas pensarían que esa sensación es un elemento más (intrínseco), que nos da una característica única y que nos hace discrepar de las bestias (aunque a veces nos comportemos como una copia fiel a ellas).

Nostalgia, en el sentido objetivo de las cosas es solamente una palabra; sencilla o complicada (eso depende de nuestra naturaleza), nueve malditas letras, pero eso sí, con un significado increíble. Y es que a lo largo de nuestra existencia se ha convertido evolutivamente en un móvil bastante poderoso, en el diario accionar de nuestra vida, nuestro entorno suda nostalgia; o acaso, ¿no lo percibimos así?; imaginemos un momento:

¿Qué habría sido de la orgullosa Susana si la nostalgia de su extinto macho mexicano (Eligio) no la hubiese traído de vuelta a casa después de haber revolcado sus necesidades en las ciudades desiertas de José Agustín?. Seguramente se habría extinguido en la incomprensión de vivir una realidad que no podía completar.

De igual manera, por citar otro juego nostálgico más; fue la melancolía (nostalgia aguda) y sólo ella, la que invadió una mañana la habitación de Salvador Dalí, para someterlo en un estado de animo del cual, se desprendió su necesidad de volver a esa mancuerna sobresaliente con Luis Buñuel (Un Perro andaluz); para tratar después de volver a sorprender al mundo la idea de  un “cine táctil”, que desgraciadamente nunca cuajó, debido a que Buñuel jamás le perdonó su traición.

Para darnos cuenta de que tan importante en nuestra vida ha sido ese sentimiento, sólo basta con mirarnos al espejo, y comprender que mucho de lo que somos, en algunos casos, es una derivación de un momento de nostalgia. Pero, si logramos comprenderlo entonces ¿Qué tanto somos capaces de cambiar o sacrificar por ello? Porque talvez ya tengas en mente una idea de vivir, o más aún, ya ejecutes magistralmente una forma de vivir basada en esos recuerdos. No lo sé, sin embargo, los patrones que se repiten sin cesar de una o otra manera en esos pequeños detalles vivenciales que te levantan el ánimo hasta el infinito o en contraparte te llenan el estomago de un vácio sepultral me indican que lamentablemente así es.

Bien, porque cuando tomas cada una de tus decisiones, la vida, te entrega en una diminuta bolsita algo que se siente, huele y sabe a pasado. Y esto, tal vez sea una extraña forma de redimir, primeramente en el alma y tal vez después en lo palpable, el alto costo de tus decisiones. Por ejemplo, la distancia que optas por poner entre tu y el mundo que pretendes dejar atrás, cuando la haces abismal, siempre te llevas en la maleta, empacada inconscientemente, un poco necesidad, anhelo y melancolía (el recuerdo de todo aquello que mueres por olvidar); y esto, sólo para hacerte más dolorosa la estancia en un lugar donde no tienen cabida los recuerdos. Porque precisamente de eso te has vuelto un fugitivo ¿no? Cuando finalmente Carlos Gardel comprendió que aquella lejana tierra suya lo reclamaba, voló a su encuentro y halló la muerte, con la necesidad de su Buenos Aires querido impregnado de nostalgia en lo más recóndito de sus células.

Y mientras la cabeza se me nubla lentamente por causa de una nostalgitis aguda (estado mental poco racional), y comienzas a sentirte confortabilísimamente susceptible; suena en la estancia, Peter Murphy, el señor de los vampiros, y entonces comprendo que su más doloroso recuerdo, es ahora, su más grande éxito, “Cuts You up” es una sencilla sonorización de ese recuerdo hermoso de la primera mañana (que nunca superó) en la que uno se despierta cubierto con la piel de sus más exquisitas pasiones, justo cuando la luz del amanecer se filtra por las persianas y descansa sobre el cuerpo de la mujer de su vida. Una botella vacía de vino, un disco que se recicla en los oídos inagotablemente y la sensación de no querer despertar de un sueño que comenzó apenas hacia la media noche y que está condenado a extinguirse cuando el sol corone su mundo y se dé cuenta que ya nunca más estará ahí, y que vivirá a través de su recuerdo por los siglos de los siglos.

Acaso te has preguntado ¿a qué huele la nostalgia, a qué sabe, cómo suena y cómo se viste?
 
Subjetivamente siempre sabrá, olerá, sonará y se vestirá de diferente manera; nunca será del mismo estilo. No somos iguales. Para mi, tal vez sonará a algo así como el grito desesperado que hace Pink Floyd, por la increpante necesidad de tener una vez más en su mundo a esa parte que se ha ido y que saben nunca volverá, entonces, “Wish You Were Here” obtiene otro significado, ya no es más la canción dedicada a Syd Barret, nunca más; porque ahora, se desliza suavemente por la piel de mi nostalgia, de mis necesidades y le da, hoy, un sonido diferente; suena a nuestra intensa necesidad de preguntarnos por qué la vida se ha llevado de esa manera las pequeñas cosas que nos revolcaban en un punto y aparte del mundo sin sabor y sin sentido?.

La nostalgia, es el recuerdo de ese sabor de boca agridulce que nunca más volverás a tener; o es tal vez esa depresión por algo que nunca más volverá a ser igual, incluso puedes ser el gato que nunca volverá a ronronear cerca de tu oído; es esa navidad que se evapora cada año y que nunca regresará con esa fuerza sobrenatural como solías vivirla muchos años atrás; es como la fragancia que despide el cuerpo junto al cual reposas ahora y que te hace recordar el que ya nunca más estará; es el anhelo por algo que no supiste retener, por algo que te costó trabajo entender y que hoy llegado ese día, ya no le vales la pena.

La nostalgia se siente, por qué no? a algo así como a Michael Scott y sus Waterboys en “The Whole Of The Moon”, o quizá, no sé, a los Immaculate Fools en “Got Me By The Heart” tal vez, o igual, tan solo es ese silencio que me platica que las cosas ya no están más aquí.

Qué es lo que recuerdas realmente cuando aún con la nostalgia no puedes ver su aliento más?

Cuando tu ser se enfría con el recuerdo de su cuerpo ardiendo?

Tendría que entender entonces que mi nostalgia solo es que he dejado de percibir en el aire el perfume que la presencia de las cosas, sujetos o lugares han dejado tras de si. Para dar paso simplemente a el dulce pero cruel aroma de sus ausencias.

Bien, pues entonces, objetivamente la nostalgia es una simple pero contundente definición plasmada en cualquier diccionario (lo cual es inobjetable); pero sabemos muy en el fondo, que es una enfermedad, si es cierto, y tal vez sea aun más doloroso entender que es nuestra incapacidad de superar el pasado; que en algunos casos es fulminante, en otros menos severos, sólo humedece nuestra vida una equis tarde en equis día de nuestra vida. Pero si aún así no me crees que a todos nos afecta, anda, mírate al espejo y observa casi pasmado lo que ha hecho de ti, y te lo juro, no lo creerás.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Pequeña Piltrafa.....s

Cuando una voz te hace prestar atención, esa voz sabe algo, cuando esa voz te hace suspirar, esa voz contiene algo, cuando esa misma voz te hace estremecer, esa voz muere de alguien, y tal vez sea porque... muere de ti!!!

Existen voces en nuestra vida que lo mejor es haberlas escuchado, hoy, expectante me doy cuenta que mis oídos sin querer (aún quiero creer esa parte) han atravesado la atmósfera donde transita efímera la onda sonora que gobierna ese sonido, esa sensación, esa... voz.

Cómo te detienes un momento en el tiempo y prestas atención a una onda que se derrama intensa y suplicante?

Cómo puedes llegar a sentir? porque a decir verdad, esa tiene que ser la sensación que mejor define la manera en que se encarnan esos sonidos desoladores sobre tu piel... ....adentro de tu piel.

Hoy me he dado cuenta que hay millones de palabras que no llenan ningún espacio y sin embargo, hay silencios que te envuelven en el más perfecto y delicioso de los estados de ánimo.
Esa... Pequeña Piltrafas, te satura de los mil sonidos del silencio, del vacío, del no amor, del dar todo por un nada, de los riesgos que tienes que atreverte a correr con tal de sentir que algo en ti aún vive, aunque a decir verdad mueras en el intento; tú sabes, sin guiones que seguir, improvisando hasta encontrar esa caracterización digna de una ovación de pie cada noche en un escenario diferente y en actos infinitos.

Por eso mismo estas no puede ser más que líneas duras que tienen que contrastar con los sonidos del amor, con el ruido de este mes, de estos, sus primeros catorce días, para después desvanecernos con aquellos que hoy no nos quieren recordar y para aquellos a los que no hay nada mejor que olvidar.

Internándote en esa atmósfera que crea sonidos que intentan borrar esa infinidad de recuerdos que se almacenan en los archivos del historial de tu memoria y poco después desfragmentarla, solo para darte cuenta que se regeneran como troyanos, tus troyanos personales, de los cuales parce ser nunca podrás vacunarte.
Sonidos independientes de sentimientos profundos, desnudos, penetrantes, agudos; hasta ahora solo seis universos contenidos en una atmósfera densamente culpable y gustosa, para quienes disfrutan de sonorizar sus desencantos amorosos, sus batallas perdidas, sus guerras futuras.

Pequeña Piltrafas; música para creer que el “nunca significa no” no siempre es del todo cierto.

Rakel: voz, guitarra, teclados, Antonelo: batería, percusión y palmadas corporales, JuanPe: al mando de los graves y Danito: guitarra sónica, megáfono de imaginarium

martes, 9 de febrero de 2010

Pixeleado de Guanábana?.... Yeah!!!!!!!

Existen cosas en tu vida que tienen ya reservado un espacio y un tiempo determinado para hacer acto de presencia en este; tu inocuo mundo...


...la nena que te recalcitra hasta la pinche medula pero que finalmente amas como un perro, el libro que te excomulga del pendejismo de no haber leído nunca algo realmente bueno y efectivo, el acetato que encuentras en tu fonoteca y que te escupe al mundo del antes y el después de escucharlo, esto último realmente sobresaliente cuando ni puta idea tenías de que poseías una fonoteca no?


Entonces, como que sientes que cuando te topas con ese tipo de cositas, percibes que como que van a cambiar tu vida en ese momento de un modo u otro. Simplemente lo avistas. Tal vez sea solamente por unos instantes, tal vez sea para toda tu vida, o tal vez no sea ninguna de las dos anteriores, o también, porque no, tal vez no sea ni madres.

Eso lo descubrí mientras perdía la necesidad de hacer algo realmente provechoso en otra más de mis tardes de infinitayacogedorahueva, mientras deambulaba en el SanMateo mall. Cuando me di cuenta que había sido arrastrado por una especie de marea espesa. Mi reacción, fue conforme a las reacciones típicas de mi generación, que ahora lamentablemente comprendo que me define como un poscachún; y esa, es la de no hacerla de pedo y dejarme llevar. Bien, entonces como les decía, fui arrojado amigablemente al interior de un local, como que decadente por su completa soledad, ustedes saben; la casa del libro. En fin, entre tantas madres que ni puta idea tienes de que se tratan, me dirigí a la sección Tolkien; soy de la generación a la que le llego tres mil años después el hobbit y todas esas madres que hoy están en la xodida boca de todos; en aquel momento, hago un rondín por sicología (no me interesa conocerme, aún), paso por matemáticas (para qué si ya tengo una calculadora que hace de todo), libros infantiles (no tengo hijos, aún), narrativa mexicana...

Stop.
Apliquen el slowmotion, y hagan que suene la señora más nena del R&B llamada claro  Dusty Springfield, con su deliciosorompecalzones “Son Of A Preacher Man” y entonces pueden vislumbrar la densa atmósfera raspándome el karma cuando mi cabeza algo perdida, porque simplemente no concuerda con el movimiento que mis ojos efectúan.

Unoooooooooo.- Rápida mirada en slowmotion sobre una mesa atascada de librecos. Stop en slowmotion veo sobresalir un libro pesado, atascado de información y leo en slowmotion “El seductor de la patria” venga, digo, pocamadre; la mera vidaza del caudillo menos entendido de mi país: Antonio López de Santa Anna, trago lentamente saliva en slowmotion y leo la síntesis y veo el trailer que todo buen libraco debe necesariamente tener. Precio (para este momento es indispensable que quiten el slowmotion y realicen un extremecloseup sobre mi rostro) Ayenlamadre, seguramente este libro trae consigo las escrituras de algún terrenito en Texas pienso velózmente .

Saben; me caga que la gente bonita no pueda leer y pertenezca a la xodida estadística del madral de mexicanos que no leen por güevones, esto, por la sencilla razón de que las pinches editoriales forzosamente quieren sacarle el triple a los pinches libracos y a nosotros que no nos alcanza pues ya nos xodimos, miraquebonito...

Doooooooooos.- como que el xodido dvd (soy de la generación de lectores láser; no de cintas magnéticas) se atora y de repente comienzan a aparecer al ritmo de Alice In Chains con su “Man On The Box” un chingo de flashbacks de algo que aún no ha ocurrido; mi cabeza aun perdida, porque simplemente no concuerda con el movimiento que mis ojos efectúan, voltea a destiempo para.

Stop again.
Simplemente me llama la atención el título en la portada del libraco que ahora mis ojos a destiempo ven en la mesa atascada de narrativa mexicana (debo mencionar que mi pulso acelerado por el descubrimiento anterior, ahora, más acelerado, logra que la sangre comience a escaparse por todos los orificios de mi cuerpo, sí, por todos) Ruy Xoconostle “Pixie en los Suburbios”, se me viene en seco sobre la cara, la entrevista que este veco (director de una revista que suele amenizar mis ya de por sí placenteras cesiones en el wc) ha ofrecido a canal veintidós, entonces, cautivado (babeando como perro), trago lentamente saliva en velocidad normal, me raspa (tengo la garganta bien madreada, nadie en el mundo puede tragar saliva en slowmotion sin que le ponga en la madre a sus amígdalas, no, ni yo) y leo la síntesis y veo el trailer que todo buen libraco debe necesariamente tener. Precio(para este momento ya no es indispensable opriman ningún pinche botón) Ayenlamadre.

Síntesis...
No compré los libros porque aun que me los hubiesen dado barabara,barabara no tría ni un peso encima esa tarde de infinitayacogedorahueva.

Ahora. Adelanten algunos tracks desde el index de ésta peliculacachorrona.

“Pixie en los suburbios”; la primer novela del Ruy apellidobienmamón, es una perfectachingonería. Es como ese réquiem para un sueño supereterno delicado y brutal; sacado desde un rincón de la hermana republica de Atizapunk. Desoladora, tajante, mortalmentealucinada, funny, ácida, desgarradoramenterealyperfectamenteleíble.
¡Cuando sea director de una empresa a los treinta!, voy a proponer que todos mis pinchesrobotsempleados lean una vez al mes un libro de este calibre, ¡para que sensibilicen cabrones!

Bien, pues ayer terminé o empecé mi relación casi sexual con el mundo de Pixie y sobre la mente de Ruy Xoconostle, no lo sé, yo también pertenezco a esa pendeja generación del no lo sé, del hardware, del software, de la coca y de más madres ultraartificiales, de la masturbación, de los videojuegos que te secan el cerebro, pero que amilanan la pinche pena de no saber relacionarte con la gente, de los hornos de microondas que ya te dejan bajar paginas porno, de la secreta logia que pretende asesinar a todos los pendejitos del TEC, de las relaciones “cibersexuales”, de la comida enlatada; soy de la degeneración de BeverlyHills 90docientosmierda, soy de la generación de todas esas madres y por si fuese poco soy de la generación encumbrada en la idea de que le vale verga la vida si la vivimos a través de otro cuerpo.

¡Ahora te comprendo bien aventurado Cuki!

Esto no es más que el mundo visto a través de una generación disfuncional, música, sexo y demasiada soledad, demasiada soledad; es una especie de carrera desenfrenada hacia la autodestrucción salvadora, una especie de Trainspotting; pero con un final a la Tarantino; en una especie de homenaje a todos esos maestros que son escupidos por su generacional género. Bien se ha ganado su lugar (en mi librero) al lado del batman de ultrapeluche ; del “Se está haciendo tarde” del maestro Agustín y del “Bocafloja” del Soler.


Sencillamente es una ricura disfuncional. Fue como haber escuchado “You Really Got Me” versiónsuperenvivoatodovolumén mientras se aparecía por primera vez en escena la escrófula Pixie de la mano de su hermanapuercasinfin; con sus dramas inmaculados las cabronas, recogiendo voletos, voluntades, vidas y ganas de vivirlas, y le modifican la quegüeva de vida a mi compadre el xodido Cuki.

Love is in the air!!!

A todo el mundo le llega su hora, a todos lo personajes de esa ricura les llega su hora!

.................................. everybody....................

Y la neta es que después de echarme la del estribo con el Cuki, ponerlo bien pedo y acostarme con la única, mejor y exquisita Pixie; necesariamente se merecía lamuycabrona unas cuantas líneas en éste texto. Niños, niñas, vale la pena darse unas vueltas por esos suburbios y darse unas cuantas raspadas mientras sacan a pasear al pifas y la xodida Midyet les grita a los cuatro vientos

 ¡°¿*!!VH~NAC_XE>ME¡¿/H#/*JOD$T+UP#T}AM[DR%!.

Amén.

domingo, 7 de febrero de 2010

Cómo deseo que estuvieras aquí!!!

¿A qué huele la vida cuando la bañas de una melodía?
¿A qué huele el alma cuando en tu vida la música se vuelve algo fundamental, algo completamente intimo e infinitamente preciado?
Mientras trato de esclarecer esas dos preguntas suena cadenciosamente tras de mi “Delicate Sound Of Thunder” y me pregunto de nueva cuenta, ¿por qué cuando escuchas cierta canción, inmediatamente te la apropias y vives a través de su sonora transpiración?, tal ves sea por que en ese momento tus sensaciones son exactamente las mismas sensaciones que tenía el autor de tú canción cuando la escribió y la compuso, y de pronto, te ves conectado completamente a esa persona que está a miles de kilómetros de distancia, con la misma idea y el mismo sentimiento en un suceso que va más allá de la compresión lógica y objetiva que te da la vida. Es precisamente ahí donde comprendes lo significativo que puede ser el ser gustosamente sensible a ciertas cosas.


En fracciones de segundo tu mente escupe un flash back, de esos desorbitante, paradójicos, incomprensibles, y tal vez hasta indeseable, y no lo comprendes, la ecuanimidad no te alcanza y sigues sin comprender porque en cada ocasión que se derraman sobre tus oídos ciertos sonidos, inmediatamente tú cerebro saca de la gaveta las mismas imágenes, los mismos ruidos, los mismos olores, e incluso, en algunas ocasiones, las mismas sensaciones... y porque no, también el mismo dolor. Entonces, así, recorriendo tú memoria en una especie de perfecta secuencia; tus recuerdos, uno tras de otro, de manera afinada caen subsecuentemente y sin fin. En ese momento, comienza de nueva cuenta el girar, de ese otro mundo, ese mundo, paralelo e intimo, en el cual eres etéreo, frágil y efímero.

Las palabras y las ideas fluyen a una velocidad sorprendente por canción; y mientras tanto el delicado sonido de un relámpago que describe de manera magistral Pink Floyd sigue desnudándose tras el láser del minicomponente que coexiste en la hermética comodidad de mi habitación; y entonces comprendo, que ese sonido, al que se refiere, es aquel que te hace cerrar lo ojos; mas no por miedo o angustia, sino por placer, por confort, por necesidad de experimentar algo completamente distinto, y por supuesto que entonces en ese momento te crea visiones completamente deliciosas y exquisitas.

¡¡¡¡ahhhhhh!!!! La música, la bendita música.

¿Te has preguntado con que canción haces el amor de manera magistral?


Si, con esa con la que saboreas la pulpa de las formas de tu niña, o ¿cual es la canción que siempre quisieras poner en esos momentos?, la que te pone chinita la piel; puede ser que tal ves no la tengas, que ni siquiera lo hayas pensado aún, que a veces vas directamente al punto (talvez el "G") y te olvidas de todo lo demás, puede ser; pero también pudiera ser que mueres por una deliciosa obra musical que sonorice a la perfección esos momentos en que te desnudan la personalidad, te lamen la objetivada  y te calcinan los orgasmos.

La subjetividad de ésta empresa es vasta; el gusto se rompe en un mil géneros y vaya que hay de géneros a géneros. Sin embargo, especificó que éste no es un escrito para aquellos que se deleitan con ideas del tamaño de Luis Miguel, Shakira, Cristian, Pandora, etcétera, etcétera y un muy pero muy largo etcétera. A esos los omitiremos; ahora, nos adentraremos a esos grupos o solistas que le marcan de tajo la piel, a esos otros grupos o solistas que no los oyen; sólo los viven, que les tatúan la razón; porque afinal de cuentas saben perfectamente que les robarán una deliciosa sonrisa y un agradecido suspiro en el futuro no muy lejano, cuando ese momento sea sólo un intimo y placentero recuerdo; pero de igual manera si las cosas no salieron bien, son esas canciones que les muerden el alma, la hielan y la escupen, esos sonidos que les fragmentan la realidad, les causan eternamente un vacio en lo profundo de su estomago y logran que les de una peligrosa migraña en la memoria.

En sí, la idea de una deliciosa vida siempre será mágica, sin embargo, si la posproducimos con esos pequeños detalles que siempre te ofrece este gran mundo, ya sean sentimentales, sexuales, gastronómicos culturales, familiares  y una banda sonora; siempre se volveran un verdadero privilegio; prometo que recordarlas siempre será un placer que todos estamos obligados a disfrutar, y nuestra tarea querido lector será esparcir esa buena nueva ja! 

Para que al final solo logremos gritar extaciados  o simplemente pensar profundamente.

Ojalá estuvieras aquí...
                                                                                                      ... o tal vez no!!!

viernes, 5 de febrero de 2010

miércoles, 27 de enero de 2010

La cajita de velas mágicas

La vida siempre te da una segunda oportunidad, de la cual, todos debemos de estar eternamente agradecidos, cada uno de nosotros, tenemos ese punto en nuestra vida, algunos lo aprovechan, otros ni siquiera lo ven pasar. Pero éste último no fue el caso de la estrella del pop Madonna. Cabe advertir que realmente no pretendo escribir de su faceta iluminada de madre abnegada, ni mucho menos, ni siquiera del bendito libro SEX que a bien tuvo en crear, sino más bien, quiero hacer hincapié con MAYÚSCULAS, sobre la oportunidad que la vida le otorgó; la cual le dio la ocurrencia de aportar algo realmente bueno y diferente, y, ésta, se dió, el día en que decidió contribuirle con un mucho de calidad a ese mundo de la música que tanto le ha dado.

Bien, pues a principios de la década de los noventas, se dio a la tarea de conformar un sello discográfico, al cual, claramente ella no pertenece (aunque se aferra a salir últimamente en el), tal vez sea por que no tiene cabida allí. Bueno, pues en esa pequeña galaxia de lucidez artística que decidió crear y la cual se conoce como Maverick Rercording Company, la cual tiene su centro en el número 8000 del boulevard Beverly, en Los Ángeles, California; existen pequeños mundos completamente opuestos, antitéticos, y sin embargo con dos cosas similares; la primera es, el espacio que los contiene, Maverick, por supuesto; y la segunda y la más importante es, la finura interpretativa y musical que cada uno de estos mundos tiene es sí. No es una casualidad que sus grupos y cantantes como Alanis Moristte, Prodigy, Deftones, William Orbit, Michelle Branch, o Paul Oakenfold sean hoy en día ya productos que se venden solos, sin necesidad de una gran trasnacional, su calidad verdaderamente no las necesita. Madonna lo sabe, y lo reconoce al no hacer pucheros en el mismo momento en que ha recibido rotundas negativas de algunos integrantes de estas bandas a los cuales les ha pedido encarecidamente que participen en la producción de sus últimos trabajos; la calidad es la calidad ¿no? y no se mezcla, se purifica.

Diferentes situaciones me han puesto en el camino de la música, y aunque creo que no tengo la capacidad para crearla (y la neta es porque todavía no lo he intentado), creo poseer la sensibilidad necesaria, para disfrutarla, tal y como ocurrió la semana pasada. No tienen de que preocuparse, seguramente y es un compromiso que hago en éste momento, tendré por obligación que fotografiar a cada una de la joyitas que el Maverick de Madonna y otros sellos independientes contiene en su cuerpo, tal y como lo hice para escribir estas líneas, y vaticino niños, niñas, que será un placer, un verdadero placer.

Hace alrededor de nueve u ocho años me encontré una extraña caja con velas en su interior, once para ser preciso; una caja que ya se me ha extraviado en dos ocasiones, pero que ha regresado en diferentes etapas de mi vida, y que tras algunos años de notable ausencia hace unas semanas tuve la fortuna de volver a adquirir. Y es realmente extraño y deliciosamente mágico el encontrar que ciertos elementos en la manufactura de estas velas, quiero decir que no son normales, porque cada vez que las utilizo, a parte de que nunca se consumen, iluminan de manera diferente la banda sonora de mi vida. De hecho puedo decir que son tonos bluseros, alternativos y rocanroleros.

La historia de la aparición de la caja, parecería a primera vista como algo normal y sin chiste, su fábula parece sencilla, pero debo aclarar que su tiempo, y el entorno en el cual apareció por su puesto que no lo fue; Candlebox, conformado por cuatro músicos originarios del este de Seatle, surgió en el momento en que el Nervermind de nirvana se había convertido ya en un clásico alternativo, como si esto fuera poco; en un momento, donde el sonido exportado desde Seattle, gobernaba el universo del movimiento Grunge, y donde su máximos exponentes no eran sino Pearl Jam, Alice in Chains, Soundgarden y los Stone Temple Pilots; en un tiempo donde MTv comenzaba a exportarnos madre y media, y se expandía como un moustro de ocho cabezas hacia Latinoamérica; en un tiempo determinado donde la música empezaba a ramificarse en innumerables expresiones, algunas vanguardistas y otras asquerosas; donde U2, Guns & Roses y Metallica habían creado sus obras maestras (Achtung Baby, Use Your Illusuion I & II y the Black album, respectivamente) y eran los dioses absolutos del universo musical. Ahí, en ese preciso momento, cuatro sujetos crearon una caja, tan poderosa como la de Pandora, y sin embargo, tan exquisita, tan fascinante, que pudo fragmentar esa sólida capa donde los dioses musicales se protegían, para colarse e ir creciendo poco a poco como los creadores de uno de los mejores discos, y con mayor peso en la escena del rock alternativo en la historia, el homónimo Candlebox, de 1993.

Once cortes que distan entre sí, y sin embargo, de una manufactura desquiciantemente perfecta, que crean consumadamente el orden del caos, bajo la producción de Kelly Gray, te transportan a una especie de perfecto letargo; que comienza justo en el momento en que tú CD comienza a desnudarse sobre el láser, aparece Don’t You, que te escupe de manera dura que estás a punto de presenciar que éste trabajo no sonará a lo mismo que estás acostumbrado a escuchar; inmediatamente después, se derrama Change, y tal cual, comprendes que la caja contiene velas diferentes, cambiantes, con luz y vida propia; You, aparece lentamente y entonces te explota en las sensaciones el bizarro dolor que Kevin plasma como lo grandes. Altamente recomendable es desprenderse de toda la luz que en exceso no necesitas a tu rededor, dejando que Candlebox ilumine todo lo que tenga que iluminar, así, quietecito, dispuesto, expectante, con ganas de saborear lo que la Madonna te ofrece; No Sense, te redacta una infinidad de sensaciones encontradas y deliciosas, después, nada, miras en la oscuridad y nada, solo es Far Behind, y no es la clásica balada, no no no, es algo que se colapsa en la sensibilidad del desamor con el que te levantas cada mañana y la efímera esperanza de encontrarlo que muere con la inevitable puesta del día; no hay de otra, estás escuchando una verdadera joyita, con idea, sentimiento y coraje. Poco después de la desesperación del track cinco, “Blosson”, se descuelga en la atmósfera de tu habitación, por que no hay como disfrutar esta lindura en la intimidad de tu habitación; y justo cuando parece que entraras en una especie de letargo se te clava en la tranquilidad “Arrows”, y en ese momento las sensaciones que se te han disparado nunca más bajarán, porque cuando escuche los primeros acordes en la ventana de tu desolación te escupen directamente a la cara con “Rain”, que vuelve a la esencia de ese blues quita penas y saca ganas, que nunca debe de faltar en un buen disco; sabrás que no has desperdiciado ni un solo segundo de tu vida en iluminarte con tan maravillosa luz.

Hay quien piensa que sentarse a escuchar un disco completamente, son instantes de tu vida perdidos, que nunca regresarán y que has desperdiciado como un imbécil ¡que pena me dan!, tengo que decirles que si mi vida estuviera a punto de finalizar, sabiamente en mis últimos momentos agradecería despedirme escuchando una chingonería como ésta, muchos discos como el que ahorita estoy escuchando, Dios bendiga a estos chamacones.

Frente a este clásico ya, los grandes tuvieron que voltear y reconocer, reconocer que estos niños traían nada más que puro talento.

Candlebox en su opera prima si suena a algo, rico pero brutal, extraño pero acogedor, fuerte pero sutil, es como esa grosería que te gusta escuchar una y otra vez, sucia y prohibida, pero que te llena a la perfección. Kevin Martin en las vocales, Peter Klett en la guitarra, Bardi Martin en el bajo y Scott Mercado en la batería; cuatro magos que juegan con la luz que desprende cada una de las velas que contiene su caja, la primer caja de su trilogía (Candlebox, Lucy y Happy Pills). Madonna lo sabía y acertó, su sello contendría en la sangre la música que ella no es capaz de crear, ni siquiera de imaginar. Bien señora siga por ese camino delicioso de presentarnos grupos que realmente modifican el estatus de hacedores de sonidos, por el de creadores de música y pronto empezará a caernos mejor.

Muchos grupos apasionados como estos, que no necesitaron nunca demostrarle nada a nadie, que no requirieron de grandes moustros trasnacionales para darse a conocer, con discos como ésta chingonería, simplemente no las necesitan, y la neta, es que nosotros sí los necesitamos.